Ya sea blanco como ibérico, el lomo es un producto muy extendido en los hogares españoles. Sin embargo, no siempre sabemos cómo elegir el lomo más adecuado según nuestras necesidades. Os damos unas recomendaciones para que logréis sacar el máximo partido a este embutido.
¿Lomo ibérico o blanco?
Como norma general, el lomo ibérico es más sabroso que el blanco. No obstante, un lomo blanco con buena veta, jugoso y con la curación adecuada es un verdadero manjar que el paladar disfruta. Por lo tanto, en gran parte es una cuestión de economía.
La veta
Un lomo con más veta supondrá un sabor más jugoso, pero con más grasa. Si se busca un lomo dentro de una dieta con menos grasas, recomendamos elegir un lomo con poca veta.
Curación
Erróneamente elegimos un lomo que esté muy curado (duro) , sin tener en cuenta el modo de consumo. Como este lomo cura más rápido, en pocos días lo encontraremos demasiado duro.
Por el contrario, si se va a consumir unos días después, nuestra recomendación es que se elija un lomo con más grasa y menor curación (más blando), ya que 2-3 días más tarde estará perfecto.
Lomo loncheado o al corte
Esta cuestión viene determinada sobre todo por los hábitos de compra de cada consumidor. Por supuesto, un lomo cortado por un profesional tendrá mejor sabor, aunque la comodidad de un lomo ya loncheado es un punto que depende de las preferencias de cada consumidor.
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