Biodiversidad
El cerdo ibérico, una raza única y emblemática, contribuye significativamente a la biodiversidad en la región donde se cría.
Genética
El cerdo ibérico posee una genética particular que lo distingue de otras razas porcinas. Esta diversidad genética es crucial para la preservación de la especie y su adaptación a diferentes entornos.
Hábitat
Los cerdos ibéricos son criados en áreas específicas de la península ibérica, como Extremadura, Andalucía y otras regiones de España y Portugal. Estos hábitats proporcionan una diversidad de paisajes, desde dehesas arboladas hasta montañas y llanuras, lo que favorece una amplia gama de interacciones ecológicas.
Dieta
La dieta del cerdo ibérico también contribuye a su biodiversidad. Estos animales se alimentan principalmente de bellotas, hierbas, raíces y otros recursos naturales que encuentran en las dehesas. Esta variada dieta no solo influye en el sabor y la calidad de su carne, sino que también promueve la diversidad vegetal en los ecosistemas donde pastan.
Impacto en el ecosistema
La presencia del cerdo ibérico en las dehesas tiene un impacto positivo en la biodiversidad local. Su comportamiento de búsqueda de alimento, como el revuelo del suelo en busca de raíces y la dispersión de semillas a través de sus excrementos, contribuye al ciclo natural de regeneración de la vegetación y al mantenimiento de la diversidad vegetal en estos ecosistemas
En resumen...
... la biodiversidad del cerdo ibérico se manifiesta en su genética, hábitat, dieta y su impacto en el ecosistema. Esta raza porcina no solo es un elemento fundamental en la gastronomía y la cultura de la región, sino que también desempeña un papel crucial en la conservación y promoción de la diversidad biológica en los ecosistemas donde se cría.